Que mejor es decir ese hasta pronto olvidado de unos labios embebidos de lágrimas y decisión,
Qué mejor que apuñalar cada recuerdo de un sólo tirón y coser un par de alas a una espalda curvada y atascada al suelo,
Qué mejor que nadar entre nubes en busca de la libertad consumada que un niño dice tener a sus tempranos meses de edad,
Que mejor que el sabor de la victoria frente a la oscuridad y una sóla vela iluminando una triste sonrisa,
Que mejor que aquél reloj maldito de segundos infinitos cuyo tic-tac corrompe las mentes de pensamientos indecentes y hace quebrar hasta el más inocente,
Qué mejor que la dulce simulación de un objeto sin vida que busca oportuno otra cara a la que rasguñar,
Qué mejor que un corazón, músculo indeseable, dañado por la repentina falta de aire, que tenga una catársis de no sé cuanto tiempo, tu lo eliges, y que cuando vuelva a latir, sea porque has regresado...
Amar es libertad, pero yo te espero el tiempo que sea.
Qué mejor que apuñalar cada recuerdo de un sólo tirón y coser un par de alas a una espalda curvada y atascada al suelo,
Qué mejor que nadar entre nubes en busca de la libertad consumada que un niño dice tener a sus tempranos meses de edad,
Que mejor que el sabor de la victoria frente a la oscuridad y una sóla vela iluminando una triste sonrisa,
Que mejor que aquél reloj maldito de segundos infinitos cuyo tic-tac corrompe las mentes de pensamientos indecentes y hace quebrar hasta el más inocente,
Qué mejor que la dulce simulación de un objeto sin vida que busca oportuno otra cara a la que rasguñar,
Qué mejor que un corazón, músculo indeseable, dañado por la repentina falta de aire, que tenga una catársis de no sé cuanto tiempo, tu lo eliges, y que cuando vuelva a latir, sea porque has regresado...
Amar es libertad, pero yo te espero el tiempo que sea.