Estando en la Sinagoga en la parte alta, observaba aburrida la ceremonia aunque participaba activamente siempre que podía. Encima de mi falda, Nizu se había ovillado totalmente relajado en forma de ratón y yo tenía una mano posada encima de él, como reconfortándole. Medio distraida observé como había movimiento en la parte de abajo y sin interesarme al principio poco a poco, empecé a tomar interés por lo que Nizu se removió y subió a mi hombro para observar mejor.
Él, Benami, un chico de mi misma edad, se había puesto de pie y, después del rito correspondiente, se había acercado a la Tohrá y se puso a leerla. ¿Pudiera ser posible? Eso señalaba su paso a la adultez. Su daimon, muy quieto a su lado, era una gineta magnífica y, sin saber como, me abstuve pensando en otras cosas más... terrenales que lo específicamente hisotérico que estaba leyendo mi amigo de la infancia.
Una vez fuera, todos los hombres comentaban lo bien que había leido y le felicitaban por formar parte de la comunidad ¿y yo?.
Al día siguiente, cuando desperté, en vez de despertarme una mariposa nocturna, lo hizo un ratón gris a quien me había acostumbrado en los últimos tiempos a ver más que las otras formas que adoptaba.
-Buenos días.-Le saludé levantándome.
-Buenos días.-Contestó.
-¿Por qué eres un rat...?-pero su mirada había hablado sola.
¿No podía ser, había asumido la adultez?
Él, Benami, un chico de mi misma edad, se había puesto de pie y, después del rito correspondiente, se había acercado a la Tohrá y se puso a leerla. ¿Pudiera ser posible? Eso señalaba su paso a la adultez. Su daimon, muy quieto a su lado, era una gineta magnífica y, sin saber como, me abstuve pensando en otras cosas más... terrenales que lo específicamente hisotérico que estaba leyendo mi amigo de la infancia.
Una vez fuera, todos los hombres comentaban lo bien que había leido y le felicitaban por formar parte de la comunidad ¿y yo?.
Al día siguiente, cuando desperté, en vez de despertarme una mariposa nocturna, lo hizo un ratón gris a quien me había acostumbrado en los últimos tiempos a ver más que las otras formas que adoptaba.
-Buenos días.-Le saludé levantándome.
-Buenos días.-Contestó.
-¿Por qué eres un rat...?-pero su mirada había hablado sola.
¿No podía ser, había asumido la adultez?
- Spoiler:
- ((*) Para aquellos que se lo pregunten, esto es una gineta: )